martes, 3 de febrero de 2009

ILUSIÓN


Había una vez un campesino gordo y feo que se había enamorado (¿cómo no?) de una princesa hermosa.

Un día, la princesa -vaya usted a saber porqué- dio un beso al gordo y feo campesino...

Y, mágicamente, él se transformó en un esbelto y apuesto principe.

(Por lo menos, así lo veía ella...)
(Por lo menos, así se sentía él...)

Jorge Bucay

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